domingo, 22 de marzo de 2009


En las religiones judía, cristiana e islámica, un ángel caído es un ángel que ha sido expulsado del cielo por desobedecer o rebelarse contra los mandatos de Dios.
Según las leyendas más conocidas, después de la Primera Guerra en el Cielo, muchos ángeles fueron expulsados, convirtiéndose así en ángeles caídos. El ángel caído más reconocido por la historia es Lucifer; aunque esta palabra nunca se usa para referirse a un ángel caído dentro de la Biblia.sigue en:


Satanás o Satán es el término por el que las religiones abrahámicas designan a una entidad suprasensible que representa la encarnación suprema del Mal, aunque en realidad otros pueden verlo como el que se rebeló a Dios. En las religiones judía, cristiana y musulmana es llamado el Príncipe de los Demonios o Príncipe de las Tinieblas.

sigue en:


El término proviene del latín lux (‘luz’) + fero (‘llevar’) ‘portador de luz’) En la mitología romana, Lucifer es el equivalente griego de Fósforo o Eósforo (Έωσφόρος) ‘el portador de la Aurora’ proviene de la antigua dama oscura Luciferina.
Este concepto se mantuvo en la antigua astrología romana en la noción de la stella matutina (el lucero del alba) contrapuesto a la stella vespertina o el véspere (el lucero de la tarde o véspero), nombres éstos que remitían al planeta Venus, que según la época del año se puede ver cerca del horizonte antes del amanecer o después del atardecer.sigue en:

Leviatán (del hebreo לִוְיָתָן, liwyatan, enrollado) fue una bestia marina del Antiguo Testamento, a menudo asociada con Satanás, creada por Dios. El término Leviatán ha sido reutilizado en numerosas ocasiones como sinónimo hoy en día de gran monstruo o criatura.
sigue en http://es.wikipedia.org/wiki/Leviat%C3%A1n
Se cree que el Behemot (También conocido como Bahamuth) estaría asociado al Búfalo de Agua, Rinoceronte, Cocodrilo, Elefante o, la más común, al hipopótamo[1] . Aparece mencionado en la Biblia, en el Libro de Job (40,15-24) junto a otro monstruo, Leviatán, que representaría al cocodrilo, para aludir a Egipto. La caza de hipopótamos y cocodrilos fue un peligroso deporte practicado con cierta frecuencia por la realeza egipcia, como puede contemplarse en algunos frescos y relieves de esa cultura.
En el apócrifo
Libro de Enoc Behemot y Leviatán son descritos así:Se cree que el Behemot (También conocido como Bahamuth) estaría asociado al Búfalo de Agua, Rinoceronte, Cocodrilo, Elefante o, la más común, al hipopótamo[1] . Aparece mencionado en la Biblia, en el Libro de Job (40,15-24) junto a otro monstruo, Leviatán, que representaría al cocodrilo, para aludir a Egipto. La caza de hipopótamos y cocodrilos fue un peligroso deporte practicado con cierta frecuencia por la realeza egipcia, como puede contemplarse en algunos frescos y relieves de esa cultura.
En el apócrifo
Libro de Enoc Behemot y Leviatán son descritos así:

Dicen ciertos autores de demonología que Astaroth es el "gran duque del Infierno", de la primera jerarquía demoníaca, en la que también pertenecen Belcebú y Lucifer; sus principales ayudantes son tres demonios llamados Aamon, Pruslas y Barbatos. En el Dictionnaire Infernal, Astaroth es dibujado como un hombre desnudo con alas, manos y pies de dragón y un segundo par de alas con plumas bajo el principal, llevando una corona, sosteniendo una serpiente con una mano y cabalgando sobre un lobo o un perro.
si quieres mas sobre astaroth visita esta pagina

En demonología, Aamon es uno de los ayudantes de Astaroth y uno de los tres demonios al servicio de Satanachia. Conoce el pasado y el futuro, otorgando ese conocimiento a aquellos que han pactado con Satán. De acuerdo con algunos autores, tiene cuarenta legiones de demonios bajo su mando, ostentando el título de "príncipe".
No hay acuerdo en cuanto a su representación, apareciendo a veces como un hombre con cabeza de búho, y otras como un hombre con cabeza de lobo y cola de serpiente. Los demonólogos han asociado su nombre con el dios egipcio Amun o con el dios Ba'al Hammon de los cartagineses; también conocido como nahum, su nombre significa "Aquél que induce a la avaricia".

sábado, 21 de marzo de 2009


BASILISCO


En el siglo VIII, el basilisco era considerado una serpiente con unos cuernos en la cabeza y una mancha blanca en la frente en forma de corona. De hecho, "basilisco" significa "pequeño rey". Más tarde, en la Edad Media, pasa a ser un gallo con cuatro patas, plumas amarillas, grandes alas espinosas y cola de serpiente, que podía terminar en garfio, cabeza de serpiente o en otra cabeza de gallo. Hay versiones de esta criatura mitológica con ocho patas y escamas en vez de plumas. Plinio el Viejo los describe como una culebrilla de escaso tamaño y pésimo genio ya que "su potente veneno hace marchitarse las plantas y su mirada es tan virulenta que mata a los hombres".
Según recoge Pierre de Beauvais en su Bestiario de 1206, nace a partir de un huevo deforme, puesto por un gallo al llegar éste a la edad de 7 años, incubado por un sapo durante 9 años; por lo tanto al nacer guarda todas las características de sus progenitores, cabeza de gallo, cola de serpiente y cuerpo de sapo.Otra manera de nacer (Probablemente la más aceptada) Es que nace de un huevo puesto por un gallo e incubado por una serpiente Y se dice que nace con cuerpo de gallo,lengua de serpiente y cresta .El basilisco vive en el desierto que él mismo crea al romper piedras y quemar el pasto. Esto sucede ya que el Basilisco exhala fuego, seca las plantas y envenena las aguas. Sin embargo su característica más distintiva sería su capacidad de matar con su mirada. De este modo se dice que quien mirara a los ojos de un basilisco, moriría y si lo ve por un reflejo quedara petrificado ; pero si el Basilisco se veía reflejado en un espejo , se mataba a sí mismo. Algunas leyendas dicen que, así, Alejandro Magno mató a uno. Se decía también que un basilisco moría cuando oía el canto de un gallo, que para él era mortal, o se topaba con su principal enemigo, la comadreja también se dice que un caballero fue en busca de basiliscos porque habia una plaga en su pais asi que se puso una armadura de espejos y mato a todo los basiliscos y lo nombraron el caballero de los espejos

viernes, 13 de marzo de 2009


Azazel es el nombre de una entidad demoníaca. Su origen es hebreo y significa "la cabra de emisario", o "chivo expiatorio" expuesta en Levítico 16:8-10, y que no vuelve a ser mencionada en ninguna parte más de la Biblia hebrea. Se origina de dos palabras de raíz, aze, significando la cabra, y azel, significando la salida. Otro posible origen del nombre es que sea un derivado de las palabras hebreas -az, que significa áspero, escarpado, y -el-, poderoso o luminoso (hay que indicar que este sufijo se aplica a casi todos los ángeles y a buena parte de los ángeles caídos); en tal caso sería una alusión a la montaña desde donde se despeñaban las cabras para su sacrificio.
Este nombre es mencionado en el libro apócrifo de Enoch (o Henoch), y más tarde en la literatura judía. De acuerdo al Enoch, Azazel era el líder de los grigori (también conocidos como los "observadores"), un grupo de ángeles caídos que copularon con mujeres mortales, dando origen a una raza de gigantes conocida como los Nephilim. Azazel es particularmente significativo entre los grigori porque fue él quien enseñó a los hombres cómo forjar las armas de guerra así como enseño a las mujeres cómo hacer y utilizar los cosméticos.
Eventualmente, las enseñanzas de Azazel crearon tal iniquidad entre los hombres que Dios decidió destruir toda la vida en la Tierra con una gran inundación, salvando solamente a Noé, la familia de Noé, y a siete parejas de cada especie de animales "limpios", y un par de cada especie de animales "sucios", de los cuales escaparon a la destrucción viviendo durante un año en el Arca de Noé que Dios le mandó construir.
El nombre "Azazel" se encuentra en la biblia en Levítico 16:8, 10, y 26, pero no se enumera como una entidad o espíritu, sino como la ceremonia del chivo expiatorio, que consiste en enviar al chivo expiatorio para vagar en el desierto junto con otra cabra a la cual se sacrifica ante Dios, después el "azazel" se conduce hacia las afueras del desierto y se libera como prueba de que no hay más culpabilidad en la comunidad.

Mefistófeles o Mefisto son las formas más comunes por las cuales se conoce a uno de los príncipes del Infierno, subordinado a Lucifer, como su capturador de almas para el infierno. En muchas ocasiones también se toma como sinónimo del Diablo mismo.
Durante el Renacimiento, era conocido por el nombre de Mefostófiles, forma de la cual se deriva una de sus posibles etimologías, según la cual el nombre procede de la combinación de la partícula negativa griega μὴ, φῶς (luz), φιλής (el que ama), o lo que es lo mismo: el que no ama la luz. Sin embargo, el significado de la palabra no se ha establecido por completo. Butler menciona que el nombre sugiere conjeturas en idiomas griego, persa o hebreo. Entre los nombres sugeridos, están Mefotofiles (enemigo de la luz), Mefaustofiles (enemigo de Fausto), o Mefiz-Tofel (destructor-mentiroso).[1]
Extendido por el Romanticismo y universalizado por el Fausto, simboliza el proceso de pérdida de fe y concreción a lo práctico según un sistema moral relativista propio de las sociedades avanzadas como consecuencia de la Revolución científica y la industrial.
Mefistófeles es presentado muchas veces como una figura tragicómica, atrapado entre su victoria al lograr que las grandes masas dejen de considerar a Dios en el centro de todas las cosas, y su derrota al perder él mismo relevancia por el mismo motivo.
En muchas culturas y mitologías se compara a Mefistófeles con Satanás o Lucifer. Lo cierto es que Mefisto, un demonio proveniente del odio hacia las reglas establecidas por Dios, fue la primera estrella caída en la pelea del Dragón y San Miguel y en jerarquía demoníaca tiene alto rango sobre Astaroth, Azazel, Behemoth entre otros, y es el mal encarnado.
En el aspecto gráfico, Mefistófeles ha sido representado como la representación más "refinada" del mal, utilizando ropas fastuosas dignas de un personaje de la nobleza. Se le suele representar como un ser racional, altamente frío y con un alto nivel de lógica, misma que utilizaría para poder atrapar mentalmente a las personas y hacer que sigan sus oscuros designios.

domingo, 8 de marzo de 2009


Samurai es el término utilizado para denominar a la milicia noble del Japón pre-industrial. La palabra samurai deriva del verbo arcaico japonés samorau, luego saburau, que significa ‘servir’; por tanto, un samurai es un sirviente, por ejemplo, sirviente de un lord.Durante la mayor parte de la historia samurai, los guerreros se describieron a sí mismos como ‘kyuba no michi’, o ‘las maneras del arco y el caballo’, y no tenían un código ético demasiado estricto al cual estuvieran atados. Se esperaba que los samurai se comportaran de determinada manera, pero los puntos específicos de comportamiento se limitaban a las enseñanzas de la familia o de los clanes.
Antes del siglo XIV los samurai en general eran analfabetos; sin embargo aspiraban a poseer las mismas habilidades culturales que la nobleza. Pocos consiguieron esto hasta los últimos períodos. Ejemplos como Taira Tadanori (un samurai que aparece en Heike Monogatari o ‘La leyenda del Heike’) demuestran que algunos guerreros respetaban las artes y aspiraban a aprenderlas; Tadanori es famoso por su habilidad con la pluma, lo que indica que era muy raro que un samurai poseyera dicha habilidad, de otra manera no sería reconocida. ademas dejo el nombre de los samurais mas poderosos los kuubushi.

viernes, 6 de marzo de 2009


Para otros usos de este término, véase Pegaso (desambiguación).

Belerofonte y la Quimera (425–420 a. C.)
En la mitología griega Pegaso (en griego Πήγασος) era un caballo alado.
Pegaso nació de la sangre derramada por Medusa cuando Perseo le cortó la cabeza. Es totalmente blanco y tiene dos alas que le permiten volar. Una característica de su vuelo es que cuando lo realiza, mueve las patas como si en realidad estuviera corriendo por el aire.
Según las fuentes clásicas, Perseo no llegó a volar montado a Pegaso, puesto que lo hacía gracias a unas sandalias aladas, sin embargo, muchos artistas renacentistas lo representaron volando en este caballo.
Belerofonte encarna el defecto de la excesiva ambición. Cuando por fin consigue montar a Pegaso, no contento con esto le obliga a llevarlo al Olimpo para convertirse en un dios, pero Zeus, molesto por su osadía, envía a un insignificante mosquito que pica el lomo de Pegaso y precipita al vacío a Belerofonte sin matarlo, quedando lisiado y condenado a vagar apartado del resto del mundo toda su vida recordando su gloria pasada.
La leyenda de Pegaso puede haber influido la formación de la figura del buraq en la tradición islámica.
Es uno de los equinos más célebres de la literatura junto con Rocinante (caballo de Don Quijote de la Mancha), Babieca (el de El Cid), Bucéfalo (el de Alejandro Magno) y el caballo de Troya, entre otros.

Los Dragones heráldicos o guivernos (también conocidos como wyverns, en su grafía inglesa, o drakontas — y a veces incluso llamados por algunos Wind Runners) son unas criaturas legendarias pertenecientes a la mitología medieval, con forma de enormes reptiles alados de la familia de los dragones de nivel inferior, pero que son capaces de lanzar hechizos.

en esta pagina puedes encontrar mas sobre estos dragones.

http://es.wikipedia.org/wiki/Wyvern


En la mitología griega, Quimera (en griego antiguo Χίμαιρα Khimaira; latín Chimæra) era un monstruo horrendo, hija de Tifón y de Equidna, que vagaba por las regiones de Asia Menor aterrorizando a las poblaciones y engullendo rebaños y animales. Fue madre con Ortro de la Esfinge y el León de Nemea.
«Quimera» procede del griego Χίμαιρα Khimaira, que significa ‘macho cabrío’. Puede que tras el mito esté una batalla real contra un líder guerrero o un bandido cuyo nombre, título o símbolo tuviera que ver con el macho cabrío.
Las descripciones varían desde las que decían que tenía el cuerpo de una cabra, los cuartos traseros de una serpiente o un dragón y la cabeza de un león, hasta las que afirmaban que tenía tres cabezas: una de león, otra de macho cabrío, que le salía del lomo, y la última de dragón, que nacía en la cola. Todas las descripciones coinciden sin embargo en que vomitaba fuego por una o más de sus cabezas. Era sumamente rápida.
Quimera fue derrotada finalmente por Belerofonte con la ayuda de Pegaso, el caballo alado, a las órdenes del rey Iobates de Licia. Hay varias descripciones de su muerte: algunas dicen simplemente que Belerofonte la atravesó con su lanza, mientras que otras sostienen que la mató cubriendo la punta de la lanza con plomo que se fundió al ser expuesto a la ardiente respiración de Quimera.

El grifo (griego γρυφος gryphos, persa شیردال‌ shirdal, ‘león-águila’) es una criatura mitológica, cuya parte superior es la de un águila gigante, con plumas doradas, afilado pico y poderosas garras. La parte inferior es la de un león, con pelaje amarillo, musculosas patas y cola.
Algunos grifos se representan con orejas puntiagudas en la cabeza o plumas en la cola. De acuerdo a los mitos, es ocho veces más grande y fuerte que un león común y no es raro que se lleve a un jinete con su caballo, o a un par de bueyes, que entran en sus patas. Con sus garras se fabrican copas para beber, y con sus costillas arcos para tirar flechas.
Parece tener su origen en Oriente Próximo, pues se le encuentra en las pinturas y esculturas de los antiguos babilonios, asirios y persas.
Una leyenda griega relata que el dios Apolo había ido a buscar grifos y había regresado a Grecia cabalgando sobre los lomos de uno de ellos. Estaban consagrados a Apolo y vigilaban sus tesoros para protegerlos de los Arimaspos. También custodiaban las cráteras de vino de Dioniso.
Un mito más reciente cuenta que se encargaban de velar por el oro que había en los desiertos del norte de la India. La razón de esta vigilancia podía deberse al deseo de proteger sus crías, puesto que ponían sus nidos en las montañas de las cuales se extraía el preciado metal.
Los romanos lo usaban simplemente con propósitos decorativos en frisos y en patas de mesa, altares y candelabros. El motivo del grifo se utilizó en los primeros tiempos del cristianismo en los bestiarios (o alegorías de animales) de san Basilio y san Ambrosio. Réplicas de piedra sirven con frecuencia como gárgolas en la arquitectura gótica de la baja Edad Media.
El grifo es también un emblema en la heráldica, como el unicornio, el león, el hipogrifo y otros. Al igual que éstos, aparece varias veces en escudos de familia y estandartes. Representa convencionalmente la fuerza, el valor y la vigilancia.
El hipogrifo es un animal mitológico que nace del cruce entre un grifo y una yegua. Su cabeza, alas, pecho y patas delanteras son como las de un águila, característica heredada del padre, y el resto del cuerpo es como el de un caballo, como la madre. El hipogrifo tiene un cuerpo armónico, como el del caballo alado o pegaso.Se considera al hipogrifo un símbolo de lo imposible, ya que los grifos solían representarse como animales que detestaban a los caballos, cazándolos y matándolos muy a menudo.

En la mitología griega, los centauros (en griego Κένταυρος Kentauros, ‘matador de toros’, ‘cien fuertes’, plural Κένταυρι Kentauri; en latín Centaurus/Centauri) son una raza de seres con el torso y la cabeza de humano y el cuerpo de caballo. Las versiones femeninas reciben el nombre de centáurides.
Vivían en las montañas de Tesalia y eran hijos de Ixión y Néfele, la nube de lluvia. Alternativamente, se les consideraba hijos de Kentauros (el hijo de Ixión y Néfele) y algunas yeguas magnesias, o de Apolo y Hebe. A veces se cuenta que Ixión planeaba mantener relaciones sexuales con Hera pero Zeus, su esposo, lo evitó moldeando una nube con la forma de Hera. Puesto que Ixión es normalmente considerado el ancestro de los centauros, puede hacerse referencia a ellos poéticamente como Ixiónidas.
En la mitología griega, Asterión el Minotauro (del griego Μινόταυρος, Minótauros), era un monstruo con cuerpo de hombre y cabeza de toro. El mito tiene su versión más completa en la biblioteca mitológica de Apolodoro.[1] Su nombre significa "Toro de Minos", y fue concebido de la unión entre Pasífae y un magnífico toro con motivo de una afrenta divina. Fue encerrado en un laberinto diseñado por el artífice Dédalo, hecho expresamente para retenerlo,[2] ubicado probablemente en la ciudad de Cnosos en la isla de Creta. Por muchos años, hombres y mujeres eran llevados al laberinto como sacrificio para ser el alimento de la bestia hasta que la vida de ésta terminó en manos del héroe Teseo.